Trátese de tu primer bebé o de uno que esté en camino, el momento de planificar las finanzas de la familia es ahora.
Cuando se trata de tu primer bebé o de uno que viene en camino, puede que ya no te importe tanto lo que alguna vez fue tu prioridad financiera personal y cobran importancia otras cosas en las que no pensabas mucho, como planes de ahorro o presupuestos para estudios universitarios. Dedicar un tiempo a evaluar las finanzas de la familia puede ayudarte con esas nuevas preocupaciones que acompañan la llegada de un bebé.
Aquí te ofrecemos seis maneras de ayudar a prepararte financieramente para tu bebé, con ideas de una madre que ya ha tenido la experiencia.
1. Comienza con (o sigue aumentando) un fondo de emergencia para tu familia.
Uno de los pasos más importantes en materia de dinero es apartar una cantidad para poder cubrir gastos inesperados. Un fondo de emergencia sólido significan unos tres a seis meses de ingreso familiar neto. Si esto te parece demasiado, comienza con $1,000 y luego fíjate como objetivo un mes de gastos y, antes de darte cuenta, ya habrás alcanzado tu meta.
Katie Babcock, profesional del área de mercadeo en Principal®, señala que ella y su esposo ya ahorraban responsablemente, pero ahora que tienen hijos tienen que hacerlo aún más. “Hay mil situaciones por las que podríamos tener que usar los fondos de emergencia, pero el solo saber que tenemos algo de respaldo nos ayuda a conciliar el sueño por las noches”, apuntó.
2. Crea un presupuesto que incluya a tu bebé.
Elabora un presupuesto que tome en cuenta tus gastos cotidianos actuales y agrega todos los gastos relacionados con la llegada del bebé. Además de los gastos continuos (seguro médico, copagos de visitas médicas, pañales, leche infantil, alimentos, ropa, guardería) ten en cuenta gastos únicos para asuntos como la ambientación de la habitación del bebé y todas las cosas necesarias.
“Son muchas las cosas que un bebé llega a necesitar y todo se acumula rápidamente”, dice Babcock. “Compras una carriola y un asiento de seguridad para el vehículo, luego compras algunas cosas más y te das cuenta de que es mucho más costoso de lo que había pensado”.
¿Su consejo práctico? Elabora un presupuesto lo más realista posible, indagando antes sobre los precios en materia de asientos de seguridad para bebés según las características de preferencia y los aspectos de seguridad, por ejemplo.
3. Sigue ahorrando pensando en ti mismo.
Seguramente tu instinto es querer dar todo a tu bebé, pero recuerda también cuidar tu futuro financiero. Lo inteligente es continuar aportando para tu retiro, al menos por la cantidad que acompaña las contribuciones complementarias de tu empleador. Ahorrar menos en tu fondo de retiro con el fin de ahorrar para la compra de una vivienda más grande, por ejemplo, podría ser negativo para tus ahorros de retiro.
“Siempre hemos dado prioridad a los ahorros de retiro porque sabemos que mientras más temprano comencemos a ahorrar mejor estaremos en el largo plazo”, señala Babcock. “Hemos reducido otros gastos pensando en que la familia está creciendo. Ya no gastamos tanto en diversión y entretenimiento, pero sabemos que, a largo plazo, eso es poco comparado con que lo habremos ahorrado”.
4. Ajusta tus beneficios a medida que crece tu familia.
Habla con el equipo de recursos humanos en tu compañía sobre los cambios que te permitan hacer con la llegada del bebé, porque por lo general, este es un cambio por el que te permiten hacer cambios por fuera del período tradicional de inscripción.
Considera por ejemplo beneficios que antes no tenías, tales como una cuenta flexible de gastos para cuidados de un dependiente (FSA, por las siglas en inglés) para el pago de guardería o un seguro individual por incapacidad, que ayuda a proteger tus ingresos en caso de enfermedad o lesión, y de no poder trabajar durante un tiempo.
5. Considera ahorrar para la educación de tu hijo.
Nunca es demasiado temprano para ahorrar para estudios de educación superior. Cuando se comienza temprano, se pueden ir apartando pequeñas cantidades que van a ir sumando en el tiempo. Conoce el programa de ahorros para estudios universitarios de tu estado, que posiblemente te ofrece ventajas de impuestos.
Babcock acaba de saldar su propia deuda universitaria, de manera que ahorrar para la educación de sus hijos es una de sus principales prioridades. "La única manera que conozco para poder ayudarles es comenzar a ahorrar para eso cuanto antes”, dice Babcock. “Resulta un poco menos abrumador cuando te quedan 18 años para seguir ahorrando y no solo unos cinco años para ponerte al día”.
Otra idea útil para aliviar la presión: "Hemos pedido a nuestros padres que consideren hacer aportes a un fondo de ahorro para la universidad, en lugar de gastar en regalos que solo les duran unos pocos meses. Es algo que rendirá más en el tiempo.”, dice Babcock.
6. Diseña un plan para asegurar que tu familia va a contar recursos.
Considera reunirte con un profesional financiero para que te ayude a confirmar que cuentas con una cobertura de seguro de vida, así como a un abogado que te ayude a redactar un testamento. Siente el alivio de saber que tu familia contará con lo que necesite en caso de que ya no estés presente.
"Es difícil imaginarse un mundo en el que no estemos junto a nuestros hijos”, señala Babcock. “Sin embargo, no quiero dejar que mis emociones me impidan asegurarme de que las cosas estén en orden, si se presenta el caso de que ni mi esposo ni yo podamos tomar esas decisiones".
“Tenemos todo planeado y ya lo hablamos con nuestras familias. Si el día de mañana llega a pasarnos algo, sé que lo que deseo para mis hijos se cumplirá hasta el último detalle".
¿Cuál es el siguiente paso?
¿Cómo va tu progreso con tus propias metas de retiro? Ingresa a principal.com para ver cuánto estás ahorrando. ¿No tienes una cuenta de retiro patrocinada por tu empleador o quieres ahorrar incluso más? Podemos ayudarte a establecer tu propia cuenta IRA.